La FIFA dio a conocer la sanción a la selección de futbol de Malasia, por los acontecimientos ocurridos en el partido contra Arabia Saudita del pasado 8 de septiembre.
A tres minutos del final del encuentro, que los árabes ganaban por 2-1, el público malayo arrojó cohetes y bengalas al terreno de juego que impidieron la conclusión del partido, correspondiente al grupo A de la eliminatoria para el mundial de Rusia 2018.
Si bien la derrota ya era una hecho para Malasia, aún si se hubiera concluido el partido, el resultado de la sanción es que de caer por un sólo gol, un marcador que resultaba en cierta medida positiva considerando el nivel del futbol en la nación del sudeste asiático, ahora el resultado pasa a ser de un 3-0, mucho más doloroso para los locales.
Adicionalmente Malasia se lleva una multa económica, y se verá obligado a jugar su siguiente partido ante los Emiratos Árabes Unidos a puerta cerrada.
A casi un mes de el partido suspendido, los tres puntos que Arabia estuvo a punto de ganar en la cancha se oficializan, y el conjunto pasa a la primera posición del grupo con nueve puntos producto de tres victorias. Malasia queda al fondo de la tabla con un solitario punto.
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